Desarrolla las descripciones de tu historia

CUÁNDO SI Y CUANDO NO AGREGAR MÁS DESCRIPCIÓN A TU HISTORIA

La descripción es aquello que hace a tu lector sentir lo que está sucediendo en tu historia: echa mano de los recursos que le ofrece la lengua y con ellos potencia los sucesos, los lugares, los sentimientos o los actores que hacen parte de la historia -entre otras cosas-, volviendo la información bella y agradable para el receptor. Las descripciones dirigen la atención del lector hacia los detalles importantes, haciéndole vivir de primera mano los eventos de la historia,  dándole verosimilitud al relato.

Sin embargo, por más de que este recurso ayuda a potenciar tu historia, si lo usas mal podrías hacer a tus lectores pasar por un momento tedioso. Por esta razón es preciso que tengas en cuenta cuales son los momentos en los que usarlo es ideal y cuando no hacerlo.

Así que:

Aprende como sacar provecho de tus descripciones

¿Cuándo es bueno agregar más descripción a una historia?

-A aquellas cosas que (crees que) tus lectores nunca han experimentado como por ejemplo una migraña.

-A los pequeños detalles que ayudan a aumentar las emociones (ese fuego en los ojos cuando alguien está determinado a hacer algo o cuando tratan de detener la lágrimas en una discusión)

-A los pequeños gestos que hacen a las relaciones lo que son. (Una mirada furtiva, un movimiento sutil de los labios, apretar los puños)

-Eventos que quieres que tus lectores experimenten (o sentimientos como el enojo o el enamoramiento).

Como puedes ver, los momentos que mencionamos anteriormente periten que tu lector se involucre en la narración, ya que gracias a la empatía, hacen que vivan de primera mano lo que sucede a tus personajes; es una forma que tienes como escritor de invitarlos a hacer parte de tu historia.

En contraposición se encuentran los momentos en lo que el lector no está involucrado más allá de usar su imaginación para darle forma a eso que está sucediendo. En ellos queda totalmente relegado al punto de vista del observador y por lo general, tienden a ser aburridos (por el hecho de que quien lee no es tenido en cuenta).

¿Cuándo no debería agregar más descripción?

-La locación

-La descripción física

-Conceptos que la mayoría de los lectores conocen (No hay razón para describir un estornudo o como lavar los platos.)

-Emociones negativas  exageradas. (¿Recuerdas la famosa escena “maldita lisiada”?)

-Cosas que pasan con segundos de diferencia: las palabras adicionales dan la impresión de que ha pasado más tiempo.


Esperamos que con este artículo te sirva para mejorar tus descripciones. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.

Si nos faltó algo, ayúdanos a completarlo. ¡Nos encanta escuchar tus anécdotas!

Imagen: Moyan Brenn (vía flickr)

 

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