3 TIPOS DE VOCES QUE PUEDES USAR PARA TU HISTORIA
La voz es uno de esos temas tramposos de los que da la impresión de que todo el mundo tiene algo que decir al respecto, cuya confusión aumenta en el momento que nos damos cuenta la cantidad de voces que hacen parte de un texto escrito y que de una manera u otra hacen parte fundamental de la historia y lo que allí acontece.
Pero empecemos por el principio: ¿Qué es una voz?
Una historia es una serie de sucesos que le ocurren a una o varias personas y que son narrados por alguien para que alguien más conozca. Esto implica una acción –narrar- que debe ser realizada. Cuando hablamos de «voz» en la literatura, hablamos de ese alguien que realiza la acción de narrar.
Hoy voy a hablarte de tres tipos de voces que son los que considero principales en una narración: La voz autoral, la voz narrativa y la voz del personaje.
1-La voz autoral
Usualmente cuando hablamos de la voz del escritor de lo que hablamos es de su estilo o una parte de él: la voz es la personalidad que se refleja en la elección de palabras, en la estructura de las frases, en cómo usas el humor, en el tono, en las imágenes que evocas y el uso del lenguaje figurativo. El estilo es todo eso, pero también va más allá: los temas de los que hablas, la estructura de tu obra o los mundos que creas.
En pocas palabras, todo eso que te hace ser tú y no otra persona en el momento en lo que escribes y que en el derecho de autor se conoce como «criterio de originalidad».
2-La voz narrativa
Algunas historias se narran en primera persona, teniendo en cuenta el punto de vista de un personaje –o varios, pero no a la vez-. Otras están narradas por una tercera persona que puede estar relacionada de alguna manera con la historia, aunque la mayoría del tiempo se trate de una entidad que no se ve ni se conoce.
Cuando en narrador es invisible en ese sentido, por lo general tiene su propia voz que se tiende a mezclar con el tono de la historia: una historia con un tono oscuro tendrá como narradora a una voz cínica y pesimista; una historia fantástica tendrá un narrador con una voz similar a la de un historiador místico de una era olvidada o, tal vez, la de una mago sabio contando alguna de sus vivencias.
Algunos narradores podrían no tener una voz en lo absoluto, o al menos no una que se diferencie de la del autor.
3-La voz del personaje
Así como los autores y los narradores, los personajes tienen su propia voz en la historia. La voz hace parte de la personalidad del personaje y si está bien desarrollado, tendría que distinguirlo de los otros personajes que creaste.
Algunas facetas de las voces de los personajes se las da el narrador al lector: cosas como el tono de la voz o la calidad de la voz -como por ejemplo gruñir, hablar fuerte o tener un tono de voz agudo-.
Otras facetas de la voz del personaje tienen más que ver con lo que dicen y cómo lo dicen, como por ejemplo, un personaje que tartamudea excesivamente o un personaje estoico que habla con frases cortas.
Hay otros detalles que pueden entrar a colación como lo son las muletillas, el seseo, la mala pronunciación de algunas palabras, un acento particular o el uso de algún tipo de jerga.
Y ahora que conoces estos tres tipos de voces ¿cómo las puedes desarrollar?
La voz autoral –estilo- es en partes iguales algo inherente y que puedes aprender. Como la personalidad, gran parte de esto tiene que ver con cómo nos conectamos, con las preferencias que desarrollamos a través del tiempo, con nuestras experiencias y como somos capaces de reflejarlas en el mundo.
La mejor forma de desarrollar tu estilo es leyendo sobre una variedad de temas y escribiendo continuamente. También se obtiene observando el mundo a tu alrededor, aprendiendo como apreciar las palabras e intentando diferentes estilos de escritura hasta encontrar aquel que encaja contigo.
La voz narrativa es algo que, como escritor, escoges para tu historia. Algunas veces se desarrolla de manera orgánica -usualmente cuando escribes el primer borrador- y otras veces es algo que planeas con anticipación. Siempre es bueno que te preguntes sobre quién puede estar contando la historia y a quién se la está contando, aunque no es necesario romperse la cabeza pensando en eso antes de empezar a escribir.
Deja que la historia te guie en tu primer borrador. Algunas veces parecerá que no hay voz narrativa, pero otras si se notará.
La voz de tus personajes es algo que escoges como escritor de tu historia, será diferente en cada uno de ellos y en cada una de tus historias. Para encontrarla piensa en quienes son y en cómo pueden hablar, si te queda fácil haz alguna ejercicio de escritura que te haga usar diálogos. Una vez más, la voz de los personajes es algo que se va desarrollando en la medida en la que vas escribiendo tu primer borrador, pero también es algo que puedes planear antes de sentarte a escribir si su voz es importante para la historia.
Esperamos que este artículo te sirva para encontrar y desarrollar las voces en tu historia. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.
Si nos faltó algo, ayúdanos a completarlo. ¡Nos encanta escuchar tus anécdotas!
PD: Si quieres chismosear un poco de mi trabajo puedes hacerlo aquí. Te dejaré leer mi novela en la medida en la que voy trabajando en ella. Ya sabes lo que dicen: no hay nada como las cosas recién salidas del horno -si lo dicen así ¿verdad?
Imagen: Asja Boroš (vía flickr)
2 Comentarios
palomavelilla
¡Gracias! Cuando empecé a escribir, la elaboración de personajes nació naturalmente, pero después tuve que ir incluyendo detalles que marcaran sus personalidades y que les distinguieran de los demás. Para mí, la voz narrativa escogida fue la primera persona. Siendo una historia que desarrollé, en un principio, como terapia propia, se me hacía más fácil ahondar en mis propios sentimientos. Creo que como en todo este proceso de crear y contar, lo que más me asusta es ser víctima de los mencionados clichés.
casaeditorialmnemosine
Con mucho gusto Paloma. Eso de los clichés es una cosa fastidiosa y lo peor de todo es que en algún momento terminamos cayendo en alguno que otro, lo importante es no estresarse mucho. Finalmente, lo que importa es que le vaya bien a la historia. Es bueno estar pendiente, pero no por eso vayas a dejar de darle espacio a tu voz como escritora.
Por otro lado, considero que no hay mejor terapia que exorcizar los demonios a través de la escritura ¡Felicitaciones! Te vas a librar de ellos -aunque nos los vas a pegar a todos-, pero esa es la belleza de nuestro oficio.
¡A contagiar al mundo a diestra y siniestra!
Gracias por tomarte el tiempo de escribirnos un comentario, eso siempre nos alegra el día. 🙂