Conoce los tropos que puedes usar en tu historia

QUÉ ES EL DEUS EX MACHINA Y CÓMO DOMINARLO

¿Recuerdas esas historias en las que da la impresión que todo está perdido para tus personajes y de pronto, como por intervención divina, algo sucede y se salvan? O ¿esas historias en las que les llega algún arma o artefacto como caído del cielo para ayudarles a completar su misión?

Eso, amigo mío, es un recurso literario conocido como «Deus Ex Machina».

¿Qué es el Deux Ex Machina?

 Tal vez los que te acabo de dar no son los únicos ejemplos que existen, ya que es un mecanismo que, además de poder ser usado en cualquier tipo de historia, tiende a pasar desapercibido. Por esta razón es posible que lo hayas visto muchas veces sin que lo sepas.

Pero como para eso estamos, te vamos a contar cómo funciona este recurso viejísimo para que lo sepas identificar y aplicar a tu historia cuando lo necesites.

¿Cómo lo reconozco?

Te encuentras ante un caso «Deus Ex Machina» cuando una situación que parece imposible de resolver en la historia se resuelve abruptamente por la aparición súbita de un personaje externo del que no teníamos ni idea hasta el momento –como el cazador en el cuento de caperucita-, una muerte, una desastre natural, una enfermedad mental, un milagro de algún dios o algún tipo de intervención que no veías venir.

¿De dónde viene?

Este recurso, al igual que la mayoría de los tropos y las tradiciones literarias, tiene su origen en la historia y la mitología griega. En el teatro griego, los personajes que encarnaban a las deidades bajaban al escenario, con la ayuda de una grúa, para resolver los conflictos y desenredar los nudos de la historia que parecían más difíciles. En más de una ocasión, este tipo de intervenciones le permitía a los personajes escapar por arte de magia de los obstáculos que la trama había puesto para ellos. Era algo así como una trampa que hacía el escritor para solucionar los conflictos sin mucho esfuerzo.

Este uso conveniente del «Deus Ex Machina» por parte de diferentes autores fue duramente criticado por Horacio y por Aristóteles, quienes insistían, con toda la razón, en que los conflictos y las tragedias debían ser resueltos de manera interna a través del  intelecto del personaje en cuestión.

Aunque la mayoría de los usos históricos del «Deus Ex Machina» son abruptos, graciosos y hasta tontos, este recurso se ha seguido usando hasta nuestros días en películas y obras literarias. Eso sí, de una manera mucho más sofisticada en la que le otorga un aire heroico al personaje que ha sido beneficiado por esta intervención.

En las historias modernas ya no vemos a Zeus apareciendo de quién sabe dónde para solucionar todo con el movimiento de su dedo índice, vemos al espía conociendo justamente la lengua en la que está escrito el documento y así obteniendo una información valiosa que le ayudará a cambiar su destino como personaje, una tragedia que acontece en la forma de una pesadilla o una arma ubicada convenientemente en el rincón que el villano acaba de observar.

Así que la próxima vez que estés en el cine, leyendo en el sofá o escribiendo tu historia y te encuentras ante una situación llena de casualidad, recuerda que estás presenciando un «Deus Ex Machina».


Esperamos que este artículo te sirva para conocer este recurso literario. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.

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Imagen:Wayne Noffsinger  (vía flickr)

 

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