Desarrolla la trama de tu historia

¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL ESCRIBIR UN FINAL DECENTE? (Y CÓMO SOLUCIONARLO)

El final define tu historia. Un gran final puede hacer que todo lo que has hecho hasta el momento se vea increíble, genial. Un final débil puede arruinarlo todo. Justamente por esto es que es tan difícil escribirlos.

Si ya te habíamos hablado antes de la importancia de comenzar bien tu historia, te advertimos que escribir un final es, tal vez, el doble de difícil.

Lo que sucede es que esperamos mucho de ellos –tanto lectores como escritores-, y tenemos todo el derecho de hacerlo, ya que hemos invertido algunas horas de nuestra vida solo para saber cómo va a terminar todo esto.

Entonces ¿cómo podemos sobrevivir a ese momento tan crucial llamado «escribir el final de tu historia»?

Algunos consejos para escribir un final decente

1-Manda todo al carajo

Desde el momento en que escribiste la primera palabra de tu historia ya sabías como iba a terminar todo. Ahora, unas cuantas miles de palabras después, te das cuenta de que las cosas no salieron como esperabas y ese final que tanto pensaste ya no cuaja como es debido.

¡Mándalo al carajo!

A medida que escribes, te vas a dar cuenta como con cada palabra tus personajes se hacen más completos y complicados, y esos pasos que habías organizado para ellos puede que ya lo les sienten, que les queden pequeños.

Por eso, lo primero que debes hacer para poder escribir e final perfecto para tu historia es dejar ir la idea que tenías para tu final y empezar de nuevo el proceso de imaginar cómo concluirla –hazlo varias veces hasta encontrar ese final que sientas que le va mejor-.

2-Simplifica y recorta

Tal vez sea la cantidad de subtramas que estás manejando.

Es posible que en la medida en la que vas escribiendo te enamores de algún tema, de algún personaje o de alguna situación y quieres que se resuelvan en la conclusión de la historia.

A veces cuando sientes que el final no es el que esperabas es porque en el desarrollo  terminaste por sobrecargar tu historia de alguna manera. En este caso, la clave será volver sobre tus pasos y ordenar un poco el desastre que has hecho.

Determina qué es lo realmente importante y qué es lo que estas usando como relleno, recorta y da forma. Verás cómo poco a poco el final que habías pensado empieza a cobrar sentido.

3-Piensa en lo que realmente podría suceder en una situación como la que propusiste

Es posible que si el final no te está funcionando sea porque no es realista o está muy traído de los cabellos. Sí, ya se: escribes ficción y nunca va a ser realista que tus protagonistas salgan volando en un caballo con alas a través de un río de arcoíris mágicos invocados por los dioses, lo sé.

A lo que me refiero con realista es que sigan la ley de «causa y consecuencia» ¿Te parece lógico que, después de haber asesinado a medio continente en un arranque de ira, con miles de testigos presenciales y confesarse culpable, tu personaje termine ganando un concurso a la persona más pura y digna que pueda existir? No. Lo más realista sería que tenga que pagar por sus pecados de alguna forma.

Siéntate y piensa que tan lógico es el final que propones teniendo en cuenta lo que ha sucedido antes en tu historia. Te darás cuenta que no hay nada más lleno de sorpresas que la realidad.

4-Zambullete en la cabeza de tus personajes

Cuando planeas tu historia, si lo haces -lo cual sería bastante provechoso para ti- piensas en ella como una entidad que vas creando con algunos personajes dentro de una locación. Pero ahora que realmente has escrito la historia y ya tiene una forma y ramificaciones, tus personajes son mucho más reales.

De la misma forma en la que en el punto anterior te aconsejamos imaginar la forma lógica en la que debería solucionarse la historia, en este te aconsejamos que imagines como podrían lidiar tus personajes con la situación, cómo resolverían ese problema que les planteaste.

Para evitar que tu final sea débil porque nunca entendiste a tus personajes, sus temores y sus motivaciones lo mejor es que siempre hagas lo posible por ponerte en sus zapatos.

5- Relee tu inicio

El conflicto que presentaste al comienzo es lo que deberías estar solucionando al final de tu historia. Especialmente cuando es corta y no has tenido el tiempo suficiente para enredarte en subtramas.

Si estas atascado con el final, tal vez debas recordar las promesas y las preguntas que le hiciste al lector desde el comienzo.

6-Completa la resolución

No siempre es fácil tener el clímax, la resolución y el final de un solo golpe. A veces –por no decir que el 90% de la veces- el desarrollo de la historia no te lo permite.

Date tiempo para desarrollar cada cosa de la manera que se merece –y si quieres échale un ojo a estos diagramas de trama que te ayudarán a tener menos afán para terminar tu historia-.

Tal vez tu final no esté funcionando porque lo estás embutiendo como salchicha.

7- Piensa en lo que la historia significa para ti

No puedes decirle a tus lectores lo que la historia debería significar para ellos, pero si puedes saber lo que la historia significa para ti y dejar que eso te guíe. El final correcto es aquel que tiene mayor significado respecto a la idea que tienes en tu cabeza sobre tu historia.

Esta es la clave de todo: no es posible crear el final perfecto o uno que le guste a todos, pero si es fácil crear un final que te guste a ti y que responda a tu expectativas, un final que concluya la historia que querías contar.


Esperamos que este artículo te sirva para escribir el final de tu historia. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.

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Imagen: Nicholas Canup (vía flickr)

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