CÓMO REESCRIBIR TU NOVELA (SIN VENDER SU ALMA AL DIABLO)
El día que me di cuenta que lo mejor que podía hacer por mi novela era reescribirla casi me da un patatús.
¡Había tardado casi un año desde que escribí la primera palabra hasta que puse el punto final! ¿Cómo iba a tirar todo ese esfuerzo a la caneca? ¿Habría alguna forma de evitarlo? ―Spoiler: no―.
Después de haber gastado tanto tiempo escribiendo lo que creía que sería el próximo ‘best seller’, lo último que quería era admitir que ese tiempo invertido y esas palabras escritas no servían mucho que digamos, que todo mi esfuerzo había sido en vano ―por el momento―. El solo hecho de imaginarme todo el trabajo que implica volver a escribir lo mismo que ya había escrito ―aunque mejor― me daba un buen dolor de cabeza.
A nadie le gusta pensar que en algún punto de su escritura tiene que volver sobre sus pasos y reescribir aquello que no está funcionando ―pero lamentablemente es algo que tenemos que hacer todos los escritores. Incluso aquí en el blog tengo que sentarme a revisar los artículos viejos de vez en cuando para mejorarlos―.
Sin embargo ahora que ha pasado más de un año desde que lo decidí, no me arrepiento. Es lo mejor que he podido hacer por mí y por mi trabajo ―y sí, aún continúo reescribiendola. Así que si quieres chismosear mis avances puedes hacerlo aquí—.
Cuando no estás del todo contento con ciertos aspectos de tu novela, como lo puede ser algún personaje algún personaje o algo en la trama, es inevitable que tengas que volver sobre tus pasos y arreglarlo. Ahí es cuando empieza tu proceso de reescritura que no tiene porqué ser algo que no puedas disfrutar o que tenga que ―sí o sí― encabezar tu ‘top 10’ de cosas que odias hacer.
Si al igual que yo decidiste que es necesario reescribir tu historia o alguna parte de ella estás en el lugar indicado. En este artículo te voy a contar cómo ha sido mi experiencia y qué aprendí de este proceso.
¿Qué es lo que necesitas para empezar a reescribir?
1-Piensa que ninguna palabra se desperdicia
Lo que más me preocupaba al comienzo era qué iba a hacer con todo eso que estaba recortando o cambiando. La mayoría me gustaba aunque ya sabía que no funcionaban mucho para lo que quería lograr con mi obra.
Con el tiempo me di cuenta que no importa la cantidad de palabras que tengas que sacar de tu historia, ninguna de ellas tiene porqué ser un desperdicio.
Todo lo que has escrito en tu primer borrador te ha ayudado a entender mejor a tus personajes y a tu historia y lo más probable es que algún momento te hayan llevado a lugares que no esperabas.
Si de casualidad tienes algún párrafo o alguna frase que te gusten mucho pero que ya no funcionen del todo en tu nueva versión, siempre puedes guardarlo en un archivo aparate y usarlo luego, en alguna otra historia.
2-Acéptalo
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo ―a mí me tomó casi dos años aceptarlo―. Entre más rápido aceptes que es algo que tienes que hacer más rápido te vas a poner a trabajar.
Decirte y repetirte lo horrible que es tu historia o tu escritura o lo mal que desarrollaste a un personaje no te va a llevar a ningún lado. Por lo menos en mi caso solo me sirvió para no querer sentarme a escribirla y excusarme diciendo que tenía que investigar un poco más.
Piensa que todos aprendemos de los errores y lo mejor que puedes hacer por tu historia ―si realmente es importante para ti― es dedicarle el tiempo que necesita para que sea algo que valga la pena y te haga sentir orgulloso de tus esfuerzos, así eso implique rehacer todo lo que ya habías hecho.
3- No te mates pensándolo
A veces no hay nada mejor que dejarte guiar por tus instintos. Si ellos te dicen que hay algo que no está bien, lo más probable es que estén en lo correcto. Yo sabía que ese intento de hacer algo romántico entre un ser demoníaco y mi protagonista no estaba funcionando, que mis personajes eran muy superficiales y que habían escenas ilógicas que solo tenía por el bien de ese romance.
Aquí viene mi otro consejo en este apartado: nunca escribas tu historia solo para hacer feliz a alguien más ya que al final terminarás odiándola.
Si hay algo que simplemente no te termina de cuadrar, cámbialo. Por más de que sepas que a otra persona le va a encantar.
En mi caso, decidí alejar cualquier tipo de romance de «La danza del carnero» porque simplemente no hacía parte de la historia que quería contar, aun sabiendo que eso me costará una buena cantidad de lectores más adelante.
Es posible que algún día recicle esa parte que saqué y con eso cree otra historia, quien sabe.
4- Tómate un descanso
Tal vez sea un poco difícil si tu cerebro funciona 24/7 en función de tu novela, pero desde el momento en que terminas tu primer borrador lo mejor que puedes hacer es dar un paso atrás y darte un respiro.
Regálate algunos días ―o meses―.
Si es necesario, empieza a trabajar en un proyecto alterno o haz alguna maratón de películas que te ayuden despejar tu cerebro. Luego, cuando sientas que ya descansaste y que puedes trabajar en tu historia con otra perspectiva, retoma el trabajo que estabas haciendo.
Este tiempo te servirá para:
a) Darte una distancia emocional que te permitirá ver la historia de manera más objetiva.
b) Que tus músculos de la creatividad de reconstruyan y así tengan la suficiente resistencia para lo que se te viene pierna arriba.
Es súper efectivo.
Eso sí, no dejes que esas vacaciones duren más allá de algunos meses porque podrías tardar años en tener la fuerza para retomar tu trabajo.
5-Planea
No me cansaré de repetirte lo importante que es la planeación.
Cuando dedicas algunas horas de tu tiempo a pensar en qué deberías hacer y cómo, tu tiempo de escritura va ser mucho más productivo. Las palabras van a fluir mejor y reescribir no será tan pesado como podrías pensarlo en un comienzo.
6- Recicla
Algunos puntos atrás te mencioné que podrías guardar eso que no sirve de alguno de tus proyectos en un archivo para usarlo después.
Este es el mejor momento para hacer uso de él. Así como hay muchas cosas que vas a guardar ahí para usarlas luego, también tendrás una buena cantidad de frases y escenas de otras historias que tal vez podrían funcionar mejor en esta nueva versión de tu obra si las modificas un poco.
7-Solo escribe
Esto también lo he dicho muchas veces ―sobre todo en facebook―, pero un escritor se hace escribiendo. Si tu historia necesita ser reescrita no tienes otra opción que ponerte manos a la obra para mejorarla. Esto hace parte del trabajo.
Ahora que ya te has hecho a la idea de que debes reescribir, no olvides:
1- Haz una lista de los problemas que encontraste en tu primer borrador
Si tienes que reescribir es porque algo en tu historia no está funcionando como debería.
Reléete y rastrea todo eso que no te convence del todo. Una vez lo tengas claro te será mucho más fácil enfocarte en eso que fallas y dedicarte a mejorarlo.
2-Crea una mapa
Para ganar una mejor imagen general de tu historia ―incluyendo las escenas que funcionan y las que no― lo mejor es que hagas un mapa de tu libro.
¿Cómo es eso?
Escribe una lista numerada de tus capítulos y tus escenas. Mientras lo haces considera la importancia de cada escena y que tan efectiva es. Usa resaltadores para marcar esas escenas que pueden ser eliminadas ―porque no aportan mucho a tu historia sino que más bien funcionan como relleno―, las escenas que pueden ser combinadas con otras, las escenas que son débiles y debes mejorar y las escenas que son perfectas así como están.
Esto te permitirá tomar mejores decisiones en el momento en el que te sientas a escribir.
4-Haz una lista de los cambios que necesitas hacer
Una vez que tengas listo tu mapa y sepas qué es lo que está funcionando y qué no, es momento de que decidas cuál es la dirección que debe tomar tu reescritura.
Ten una lista de las escenas en las que debes trabajar y el capítulo al que pertenecen. Junto a ella pon una pequeña descripción del trabajo que debería hacerse. Por ejemplo: «Las interacciones entre los personajes están mal» o «Cambió el clima».
Luego anota la acción que deberías realizar: «borrar», «combinar», «eliminar personaje», «cambiar diálogos» o cualquier otra cosa que se te ocurra.
Eso te permitirá enfocarte mientras escribes.
5-Crea un nuevo archivo
No guardes sobre la primera versión de tu novela. Haz un nuevo archivo y guárdalo como borrador 2.0. De esta manera tendrás la forma de comparar tu trabajo y ver cómo ha mejorado.
En el caso en que prefieras la versión inicial solo tendrás que volver a ella sin enloquecerte por haberla perdido.
6-Regocíjate en la perfección de lo que estás creando
Reescribir es una de las cosas más duras que implica ser escritor.
Sin embargo es liberador y satisfactorio: llevar tu historia hasta su máximo potencial al mejorar todo eso que no te convencía en un principio es muy emocionante.
No te lamentes por el trabajo que tienes que hacer, regocíjate. Eres como un escultor que le da forma a su historia con cada una de las palabras que usa.
Ya verás cómo todo el tiempo que inviertas en mejorar tu trabajo tendrá sus frutos.
Esperamos que este artículo te sirva para reescribir tu historia. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.
Si nos faltó algo, ayúdanos a completarlo. ¡Nos encanta escuchar tus anécdotas!
Imagen: Tnarik Innael (vía flickr)
3 Comentarios
pippobunorrotri
MUY INTERESANTE. GRACIAS
María Arenas
Creo que yo hubiera puesto un punto 0: llora, llora, desahógate, emborráchate, vuelve a llorar y luego ve al punto 1. Muy bueno.
Santiago Leguizamón
Me gustó mucho este blog.
Gracias por escribirlo 🙂