¿Sientes que tu escritura ya no fluye como antes? ¿Qué por más de que lo intentes ya no te salen las ideas? A veces, lo mejor que puedes hacer por tus cruzadas de escritura es tomar un descanso o cambiar de actividad.

El hecho de que no estés sentando en tu escritorio tecleando palabras no significa que tu cerebro no está trabajando duro. De hecho, tu cerebro necesita un tiempo de no escritura para que luego puedas enfocarte mejor en tu trabajo.

Recuerda que por más de que estés emocionado con tu historia, tu salud está primero. Darle un espacio a tu cerebro para que se relaje puede ser tan vital para tu trabajo como comer, dormir y respirar.

Actividades que te ayudarán a aumentar tu creatividad

1-Colorear (o pintar o dibujar)

Te propuse colorear ―antes que pintar o dibujar― solo por el hecho de que soy una loca de colorear mándalas. Pero no es obligatorio que lo hagas si se te dan mejor cualquiera de las otras dos opciones.

Ponte artístico. Sin importar la edad que tengas cualquiera de estas actividades es descomplicada y satisfactoria, incluso te permite meditar mientras la realizas. Para mí, colorear es una forma de limpiar mi cerebro de pensamientos negativos y alejar un poco la ansiedad. Cuando termino estoy lo suficientemente renovada como para solucionar mi siguiente problema de escritura.

2-Limpia tu espacio

Te reto a que limpies incluso si te sientes cómodo con como está. A veces estás tan acostumbrado a tu espacio que no te das cuenta del desorden o de la suciedad que tienes y eso se puede traducir en ansiedad cuando trabajas. Tener un espacio limpio puede aumentar tu productividad. Sin mencionar que limpiar puede ser calmante.

3- Sal a caminar (o montar bicicleta)

Muchas ideas ―buenas o malas― se le ocurren a uno cuando hace ejercicio. Sal, disfruta de la naturaleza, cambia de ambiente y deja que tu lado creativo fluya. Tómate el tiempo que necesites para disfrutar del paisaje que te rodea.

4- Haz un poco de yoga

Darle un poco de amor a tu cuerpo con los estiramientos que propone el yoga te ayudarán a relajarte y aumentar tu creatividad. Otro beneficio de esta práctica es que te ayuda a contrarrestar los efectos de estar mucho tiempo sentado en la misma posición frente al computador.

5- Cocina

Aunque no es mi actividad favorita, te la recomiendo. No importa si sigues una receta o te la inventas de cero, cocinar implica creatividad. Literalmente estás creando algo. Además, en algunos casos, también le da a tu cerebro tiempo para divagar. Y por cierto: nunca, nunca escribas con hambre.

6- Viaja

Cuando viajas tu mente también divaga. Los aires nuevos que te da un viaje te ayudan a contemplar proyectos de escritura nuevos o  te dan material para usar en tus historias, bien sea por locaciones, personas o situaciones.

Si no tienes tiempo, dinero o ganas para hacerlo, también cuenta salir a hacer tus quehaceres. Nunca sabes cuándo vas a ver o experimentar algo de lo que puedas escribir.

7- Habla con un amigo

Hablar con otra persona te provee de las perspectivas que antes no habías considerado ya que te ayudaran a resaltar problemas potenciales antes, incluso, de que materialices tus ideas por medio de la escritura ―ahorrándote algo de trabajo―. También puede ser que esa persona tenga cosas tan interesantes para contar que termines convirtiendo eso que charlaron en una nueva historia ―a mí me pasa seguido―.

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