3 TRUCOS PARA CALENTAR EL CEREBRO ANTES DE EMPEZAR A ESCRIBIR
¡Felicitaciones! Tomaste el primer paso para hacerte un mejor escritor: estás dedicando tiempo para escribir y eso te ayudará a ser cada vez mejor en tu arte.
Pero, como sucede con los corredores, no puedes empezar a correr sin haber estirado. Especialmente si llevas mucho tiempo sin escribir o crear, necesitas despertar tu cerebro antes de meterte de lleno en tu sesión de escritura. De esta manera podrás aprovechar mejor el tiempo y concentrarte mejor en tu trabajo.
Cuando calientas, tu cerebro se despierta y rinde mejor.
¿Qué puedes hacer para calentar tu cerebro antes de una sesión de escritura?
Empecemos con lo primero:
1- ¿Por qué deberías perfeccionar tus rituales antes de escribir?
Como cualquier músculo, el cerebro necesita condicionamiento para poder funcionar como lo necesitas cuando te sientas a escribir. Cuando pasas mucho tiempo escribiendo le estás dando a tu cerebro el mismo ejercicio que un atleta daría a su cuerpo en una maratón.
Así como no puedes correr una carrera de 10 km sin entrenarte, tampoco deberías pasar horas escribiendo sin haberte preparado.
Si quieres aprovechar al máximo tú tiempo de escritura, empieza con un ritual de pre-calentamiento.
2- Haz algo para separar tu tiempo de escritura del resto del tiempo
Crear una distinción clara entre el tiempo que dedicas para otras cosas como: relajarte, comer o dormir y el tiempo que dedicas a la escritura es increíblemente simbólico para muchos escritores. Cuando te metes en tu burbuja de escritura lo que haces es decirle a tu cerebro: «¡Concéntrate! es tiempo de trabajar».
Aquí hay algunas formas fáciles de hacer esta distinción:
-Teniendo un lugar de escritura:
Cuando pones tu pie en tu lugar de escritura es como si estuvieras entrando en un espacio sagrado. Prohíbete a ti mismo dejar que alguna distracción entre ahí —incluso los problemas personales—. Usa tu espacio creativo como un fuerte; hazlo un espacio positivo para estar en el que únicamente te dedicarás a seguir escribiendo tu obra.
-Medita con tu mantra personal
Es bueno tomarte un momento para pensar sobre eso que quieres lograr durante tu sesión de escritura antes de empezar a escribir. No importa si decides orar, meditar o solo planificar para tener las cosas claras, asegúrate de mantener tus pensamientos positivos.
Quedarte mucho tiempo pensando en cosas negativas puede bloquear el flujo de ideas creativas.
-Aleja tus preocupaciones
Piensa en todo eso que te preocupa: el examen que se aproxima, las cuentas que debes pagar e incluso las dudas que tienes sobre ti y tu trabajo. Escríbelas todas en un pedazo de papel y guárdalas en una caja, en la nevera o en un armario. Cualquier lugar en el que sientas que las estás encerrando y no puedes ir por ellas —ni pensar en ellas— hasta que hayas terminado tu sesión de escritura.
Si mantienes tus ojos en la meta que sueñas lograr, tu escritura lo reflejará. En la medida en la que tu foco mejora también lo hará la calidad de tu obra.
3-Preparate para tener tu creatividad al máximo.
Ahora que ya entraste en tu espacio creativo y forzaste a tus preocupaciones a irse de tu cabeza temporalmente, ¿qué es lo que sigue?: Trabajar en tu ambiente físico para activar tu creatividad.
-Escucha música:
Escucha cualquier género musical que tengas ganas de escuchar o que te ayude a inspirar en la historia que estás escribiendo. Además de ponerte en la onda de tu obra, te ayudará a crear pensamientos y sentimientos que podrás aprovechar para escribir.
-Prende una vela aromática o un incienso:
Los diferentes olores te pueden ayudar a meditar y aclarar tu mente. Hay otro beneficio al hacer esto: puede funcionar como un temporizador de escritura. Si eres mejor trabajando con un tiempo límite puedes prometerte escribir las palabras que te habías propuesto antes de que la vela o el incienso se apaguen. Una vez el humo deje de salir, terminaste.
-Dibuja:
Sin importar tus habilidades artísticas, dibuja una imagen que no te hayas podido sacar de la cabeza. Por lo general, nuestros pensamientos más prominentes nos dan las mejores ideas de escritura. Del mismo modo, visualizar la escena te ayudará a describirla mejor con palabras.
-Escritura libre:
Anota los pensamientos que se te van ocurriendo en la medida en la que los piensas o los sientes. No importa si tiene que ver con aquello que vas comer al almuerzo. En la escritura libre se vale plasmar cualquier cosa que se te venga a la mente siempre y cuando te mantengas escribiendo.
No pares para editar. Los pensamientos crudos escritos en la página pueden ayudarte a subrayar las cosas que no habías pensado escribir desde el inicio, pero que aun así querías escribir.
-Haz una lista de palabras:
Puede ser de emociones, sinónimos de tus palabras favoritas o que más usas, colores o una serie de palabras aleatorias que podrían formar parte de tu próxima escena. Sea lo que sea que escribas, este tipo de listas de palabras siempre te van a ser de gran ayuda.
-Lee algo de tu escritor favorito
Tu estilo como escritor puede ser influenciado por muchas personas o cosas. A menudo, estas personas son escritores que has leído antes. Si hay un escritor en particular a quien admiras, lee un poco de su trabajo como parte de tu rutina de calentamiento para disparar tu imaginación. Hacer esto te ayudará, también, a desarrollar tu propio estilo.
Así como con cualquier otro régimen de calentamiento, empieza con poco —tal vez unos minutos de meditación o una lista corta de palabras que usarás en el capítulo que vas a escribir— y poco a poco ve mejorando tus rituales de calentamiento. Te darás cuenta cómo te ayudaran a hacer más productivas tus horas de escritura.
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Esperamos que este texto te sirva para organizar tus rituales de calentamiento. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores, nos puedes encontrar como @escritoresmnemósine en todos lados.
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