CREANDO PERSONAJES: ¿CÓMO ESCRIBIR EL MEJOR DE LOS ESPÍAS?
Muchas veces cuando pensamos en espías ficticios, el primer personaje que se nos viene a la mente es James Bond con sus chicas sexys y su cuota de explosiones y de acción. Sin embargo, en la vida real este tipo de espías serían un fracaso que no traería más que vergüenza a aquellos para los que trabaja. A continuación una serie de consejos para que tengas en cuenta si quieres escribir una historia realista de espías:
1- El espionaje no es sinónimo de acción y explosivos
No es posible espiar si constantemente te la pasas llamando la atención atentando contra los bienes ajenos o si la persona de la que pretendes sacar información se da cuenta de tu presencia. Un espía debe pasar desapercibido.
La finalidad del espionaje es la de recolectar datos de manera encubierta, y las explosiones no ayudan mucho en este aspecto. Por eso, un agente debe caracterizarse por su capacidad de parecer inofensivo, de poderse mezclar, y de ser fácilmente olvidado. Debe poder frecuentar el mismo bar sin levantar ninguna sospecha y sin dejar rastro, y ahí es donde está lo interesante del asunto.
2- Los espías tienen diferentes personalidades
No todos los espías se comportan como James Bond, porque no todas las personas son iguales. Cuando crees tu personaje piensa en otras posibilidades: el espía bohemio que se codea con la farándula, la chica suave y delicada que da la impresión de no matar ni una mosca, el nerd que se dedica a los videojuegos, etc.
Los espías son multidimensionales porque siguen siendo personas. Sin embargo lo fascinante sobre ellos es que pueden aparentar ser algo que no son, y eso te abre un sinfín de posibilidades para crear un personaje inolvidable.
En este punto hay algo que no debes olvidar, y es que si vas a hacer que tu espía adquiera una personalidad diferente a la de él, es importante que también la desarrolles para que puedas convencer tanto a los otros personajes como a tu público. Así que no olvides investigar y hacer que tu personaje también investigue.
3-Cuando los espías conocen a otros espías (o personas en general)
Cuando un espía organiza una reunión con otras personas es muy meticuloso, especialmente si hacen parte del otro bando. Es importante que tenga varios planes de respaldo en el caso de que algo salga mal o de que la persona citada falte.
Recuerda que los espías recogen información de manera profesional, así que tienes que pensar que la obtendrán de una forma u otra, y que un inconveniente no es suficiente para frustrar su misión.
4. Cómo realizan la mayoría del trabajo
La mejor arma de un espía es su atención al detalle: Las expresiones faciales, las frases extrañas, las pausas antes de una frase.
Teniendo en cuenta que su trabajo es recoger la mayor cantidad de información, deben estar conscientes de lo que ocurre con las otras personas tanto interior como exteriormente. La mejor forma de saber qué es lo que sucede en un territorio enemigo es relacionarse con las personas que viven o trabajan ahí.
Si la otra parte tiene espías, la mejor manera de conocer sus secretos es haciendo que uno de ellos los traicione. Sin embargo hacer eso siempre supone el riesgo de tener un agente doble en tus filas.
5. La privacidad de un espía
Regla de oro: no dejar que las personas amadas sepan que es un espía, a menos que hagan parte del mundo del espionaje.
Si lo hacen te estas arriesgando a la posibilidad de que su coartada se vaya por el caño, ya que si su enemigo descubre la verdadera identidad de tu espía, que tienen familia y que ellos tienen información valiosa, no creas que la van a pasar muy bien en el interrogatorio.
6. Medidas para garantizar su seguridad personal
Parte del trabajo del espía está en seguir los pasos de su objetivo para sacar información de su vida diaria, y así como ellos siguen es fácil imaginar que ellos también podrían ser seguidos. Por esta razón un espía vive como si siempre lo estuvieran siguiendo.
Piensa en las medidas de seguridad que tomaría y que harían parte de su rutina diaria, cómo protegerían su hogar, su familia, su trabajo, su identidad y sobre todo a ellos mismos.
7. Consideraciones finales
La vida de un espía es mucho más solitaria de lo que se puede pensar (y a la vez llena de intrigas) ya que no solo están protegiendo los secretos de la persona o entidad para la que trabajan de sus seres queridos, sino que también están protegiendo sus secretos de otros espías quienes podrían estar mirando cómo sacarlos de su camino.
Imagen: Kangrex (vía Flickr)