Crea tu historia

CÓMO MANEJAR LA DISMINUCIÓN DE LA ACCIÓN EN TU HISTORIA

Listo, tu historia llegó a su clímax, el momento que tus lectores esperaban desde que empezaron a leer tu obra.

¿Ahora qué sigue?

Si sigues este blog desde hace rato es posible que te hayas topado con algunos de los diagramas de tramas que hemos compartido —y si no lo has hecho o si eres un lector nuevo acá te lo dejo y de paso te doy la bienvenida—.

Uno de ellos —que tal vez es el que más uso cuando escribo historias cortas— es el diagrama de Freytag, del que seguramente hablaré con más profundidad en otra ocasión.

Por el momento te dejo una imagen para que sepas de qué estoy hablando:

Pirámide Freytag

Si te fijas, el clímax es el punto más elevado de la historia, mas no es el final. Desde que termina el desenlace hasta que concluyes tu obra aún queda una que otra cosa que debes agregar para llevar tu historia hasta buen puerto.

Una de esas cosas es la disminución de la acción que no es más que ese algo que sucede entre el clímax y la resolución.

¿Qué es la acción disminuida y por qué importa?

1- Direcciona el resultado del clímax

El clímax es el momento más impactante en tu novela por lo que tus personajes no deberían seguir adelante sin sentir el golpe emocional —o incluso físico— que esto conlleva.

Usa la acción disminuida para dejar que tus personajes  y tus lectores procesen lo que sucedió.

No dejes de responder al lector qué harán tus personajes después de eso, cómo van a superarlo y cuáles serán las consecuencias.

2- Desenmaraña el conflicto

En este punto el conflicto debe empezar a desenmarañarse.

Recuerda que en este punto tienes que encaminar la historia hacia la resolución así que no debes agregar más problemas —y si no puedes evitarlo, que sean pocos y fáciles de solucionar—.

¿Cómo cambia el conflicto de tu historia después del clímax? ¿Qué hacen tus personajes respecto a eso?

3- Ayuda a mejorar el ritmo

La acción disminuida no solo se trata del resultado del conflicto, también te ayuda  desarrollar tu novela de tal manera que no termine tan abruptamente.

Las historias normalmente no terminan en su punto más alto, es necesario que haya algo más.

¿Qué es lo que sucede luego de que el problema principal de tu historia se haya resuelto y cuál es el efecto directo del clímax?

No hay problema si los párrafos te salen más largos de lo que esperas, eso te ayudará a que el lector se relaje y se ponga en «modo final».

Si no me crees deberías ver este video en el que te hablo del ritmo narrativo —y de paso apoyarnos suscribiéndote al canal—.

4- Construye un puente a la resolución

¿Dónde van a terminar tus personajes? ¿Cómo los va a empujar la historia hasta ahí?

Empieza a trabajar la resolución de tu historia desde la acción disminuida: ata todos los nudos que aún permanecen sueltos en tu historia y piensa como será la vida de tus personajes una vez todo haya pasado.

El clímax debe tener una influencia directa en la acción disminuida y la resolución.


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Esperamos que este artículo te sirva para que puedas mejorar tu disminución de la acción. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores.

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Imagen: David Bartus (vía pexels)

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