Edita tu historia

8 FORMAS DE ACERCARTE A TU MANUSCRITO PARA EDITARLO

Puede que pienses que en este blog somos unos fastidiosos con el tema de la edición, y puede que sea verdad. Sin embargo, este momento de tu obra es muy importante. Es lo que permite que deje de ser una serie de palabras puestas una detrás de otra con una gran cantidad de fallos y pase a ser un manuscrito en busca de salir al mundo.

Cuando escribes, la obra que des a conocer a otros hablará mucho de ti: de quién eres, de lo que piensas, de lo que has leído, de la forma que tienes para ver el mundo y de si te tomas tu trabajo lo suficientemente en serio como para volver sobre tus pasos y arreglar aquello que merece unos retoques.

En la edición que le hagas a tu obra está el amor que sientes por ella. Si nuestros consejos anteriores de edición no te han servido mucho, aquí te traemos algunos nuevos.

¿Cómo acercarte a tu obra y sacarle brillo con la edición?

1- Observa la imagen completa

Antes que empieces siquiera a buscar los errores alrededor de los detalles de tu novela, echa un buen vistazo de la trama y la estructura en general. Aléjate de tu obra mundo por algunos días y relee todo lo que escribiste hasta el momento. En lo posible trata de que la lectura se haga de una sola sentada. Mientras lees mantén esta pregunta en tu cabeza: ¿qué es lo que estoy tratando de decir?

Escribir una sinopsis después de la lectura te ayudará.

2-Encuentra tus trucos

Experimenta con las formas de aproximarte a tu historia para encontrar la que más funciona para ti: Escribe las escenas en ‘post it’ y llena la pared de tu lugar de trabajo con ellos; toma largas caminatas y deja que las ideas se asienten;  trata de hacer una escaleta de tu novela; cambia la portada del manuscrito y reléelo de nuevo.

En general busca esos trucos que te ayuden a ver la novela con otros ojos. La meta es que tengas el tema, las motivaciones de tus personajes y la estructura de la trama claras en tu cabeza.

3- Habla las cosas

Puede ayudarte discutir algunas ideas con personas en cuya opinión confíes.

Algún amigo que sea extremadamente lógico, o tal vez alguien que sea fanático del género en el que estás escribiendo. El simple proceso de explicarle a alguien más qué es lo que se te está dificultando o qué es lo que quieres lograr te puede ayudar a arreglar posibles fallos, así que incluso, hablarte a ti mismo puede ser muy útil.

4- Aterriza tus pensamientos de inmediato

Mientras relees tu obra ten un cuaderno o algo donde anotar contigo. Escribe aquellas cosas que ves que no están funcionando, que faltan o que debes mejorar y anota la página o el capítulo en el que están. No importa que tan loco o irrelevantes pueda ser. Eso te permitirá saber en qué es lo que necesitas trabajar cuando regreses sobre el texto sin tener que releer todo cada vez que te sientas a editar.

5-Saca las palabras relleno

Las palabras relleno son esas palabras inútiles y sin ningún significado o aporte a la construcción de tu obra que tienden a colarse mientras escribes. A veces pueden ser muletillas y otras veces simplemente palabras que usaste para expresar algo pero que al final sobran para comunicar una idea.

Luego de trabajar en la trama, la estructura y el tema de tu obra, haz otra relectura en la que solo te enfoques en embellecer el texto: sacar las palabras que sobran, cambiar las que necesites cambiar o agregar aquellas que faltan. Busca la forma de hacer tu prosa lo más vívida, interesante y única que puedas.

Saca los párrafos en los que solo parafraseas, elimina las escenas que no le sirven al objetivo de la historia. Sé duro y no te quedes con aquello con lo que no estás satisfecho.

6- Mantén un tiempo privado

Lee tu libro en voz alta para ti mismo, grábate y luego escucha. También puedes hacer que la computadora lea para ti aunque pueda sonar robótico. Escuchar tu historia te ayudará a identificar frases que suenan bien y frases que necesitan un poco más de trabajo.

7- Lava y repite

Si tienes un poco de tiempo, siéntate y relájate. Prémiate por tu trabajo duro. Luego vuelve a trabajar. La edición no ha terminado aún.

Una vez has olvidado un poco tu obra —por lo menos tomate una semana de descanso—, léela toda otra vez y anota de nuevo las impresiones que te quedaron. Es el momento de hacer que tu narración brille.

8-Deja ir

Siéntete satisfecho con todo lo que has hecho para lograr el mejor libro posible. Es muy fácil obsesionarse y entrar en un círculo vicioso de edición en el que cambias cosas y luego las vuelves a cambiar. Por eso, este es el momento para dejar ir tu historia y mostrarla al mundo.

 Ya hiciste lo que pudiste por ella. Déjala libre en busca de su lugar y empieza a trabajar en tu siguiente proyecto.

Bueno, hasta que tu obra llegue a una editorial que la quiera publicar y debas empezar el proceso de edición de nuevo, pero esta vez con ayuda de un editor.


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Esperamos que este texto te sirva para que puedas editar tu obra. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores. Estamos como escritoresmnemosine.

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