¿CÓMO PODRÍA EMPEZAR A CREAR UNA HISTORIA?
Crear una historia, al igual que la mayoría de las cosas en la vida, requiere planeación. Por eso una vez te hayas decidido a dar este paso, lo primero que necesitas hacer es darle un propósito a lo que vas a crear.
Para establecer el propósito de tu historia ten en cuenta los siguientes puntos:
1- Encuentra un conflicto para tu historia
El conflicto es la máquina que le da un rumbo a tu historia. Si no determinas un conflicto y te decides por crear algo, lo único que obtendrás es una narración plana y sin emoción. Así suene complicado, el conflicto es el todo de tu historia, pues es gracias a él que suceden las cosas.
Por ejemplo, en la saga de ‘Harry Potter’ el conflicto giraba en torno a derrotar a Lord Voldemort, en los ‘Juegos del Hambre’ es derrotar al capitolio y en ‘El señor de los anillos’ es destruir el anillo.
No todos los conflictos tienen que ser tan heroicos. Puede ser algo tan sencillo como sobrevivir un año escolar, conseguir nuevos amigos en la ciudad a la que se pasó a vivir tu personaje, o luchar por conseguir el corazón de la persona amada. Lo que sea que escojas, este conflicto debe llenar tu historia y guiar a tus personajes a través de ella.
2- Escoge una meta para tus personajes
El conflicto es una lucha por sí mismo, pero la meta es el punto al que los personajes luchan por llegar. En ‘Los juegos del Hambre’ Katniss no estaba buscando luchar contra el Capitolio, sino más bien luchaba por sobrevivir. Sin embargo, para poder hacerlo, ella tenía que enfrentarse a ellos y vencerlos. Si tu conflicto es sobrevivir al año escolar, la lucha de tus personajes podría ser sacar buenas notas y así no tener problemas. La meta está atada al conflicto principal, pero eso algo más personal para tus personajes.
3- Encuentra la motivación de tus personajes
La motivación lleva a tu personaje a luchar para alcanzar sus metas. Es la razón por la que ellos quieren ganar, y al mismo tiempo es lo que justifica todo lo que hacen.
¿Por qué Katniss quiere sobrevivir? Porque quiere cuidar de sus seres queridos. ¿Por qué tu personaje quiere tener buenas notas? Podría ser porque eso le haría conseguir una beca en la universidad que le permita seguir sus sueños y llegar a ser la persona que quiere ser.
Una vez que escojas cuales son las motivaciones de tus personajes, sus acciones a lo largo de la historia tendrán más sentido.
4- Decide un antagonista
No puedes tener una lucha sin alguien que se oponga a tu personaje. Si no le pones a alguien en el camino contra quien deba enfrentarse, entonces la lucha será fácil de ganar y el conflicto se superará rápidamente. Piensa en el juego de jalar la cuerda. Si no hay nadie del otro extremo tu personaje simplemente tiene que hacer un movimiento para ganar. Esto haría tu historia muy aburrida.
Pero si en el otro extremo se encuentra alguien, la lucha será más intensa y tendrás algo con que entretener al público. Por eso el antagonista es el enemigo contra el que tu personaje debe luchar para lograr sus metas. Cada vez que tu protagonista gana terreno, el trabajo del antagonista es tirar con mucha más fuerza la cuerda para que tu protagonista pierda lo que había ganado, y si puedo hacerlo perder más terreno, mejor. La motivación provee la fuerza con la que el personaje jala la cuerda, el antagonista provee la fuerza con la que le jalan la cuerda al personaje.
Tu antagonista puede ser cualquier cosa: un súper villano, un padre estricto, una catástrofe, un gobierno distópico, lo que sea que quieras poner en el camino de tu personaje. Y no siempre tiene que ser alguien malo, simplemente es un obstáculo para que tu personaje logre sus metas.
5- Escoge obstáculos
Una vez has establecido a tu antagonista o antagonistas, tienes que determinar cuáles son los mejores obstáculos que puedes poner en el camino de tu protagonista. Debes escoger algunos que pueda superar fácilmente y otros que lo saquen del juego. Algunas veces tendrá que fallar y volver a intentarlo antes de lograrlo.
Si tu antagonista es un maestro estricto, el primer obstáculo podría ser una evaluación sorpresa que tu protagonista supere sin mayor esfuerzo. Pero el siguiente obstáculo puede ser un trabajo en grupo, lo que representaría un reto para tu protagonista que no se lleva bien con sus compañeros. Este trabajo en grupo es todo un fiasco para tu personaje y como resultado final obtiene una D. por esta razón tiene que descubrir cómo superar esa mala nota para subir el promedio. Una solución puede ser a través de trabajos extra que le ayuden a recuperar la calificación. Ese un momento ‘todo está perdido’, pero de pronto hace algo muy bueno en clase y el profesor lo premia con más trabajo extra que le permite obtener una B.
Tu protagonista está listo para pasar a la universidad que quiere y así cumplir su sueño, cuando descubre que el examen final cuenta como el 75% de la nota del curso, y él necesita sacar solo A para que lo acepten en la institución ¿qué puede hacer? La incertidumbre con la que tu personaje ataca sus obstáculos hace parte de lo que va a mantener a tus espectadores pendientes de tu historia.
Cuando hayas desarrollado los puntos anteriores, te darás cuenta que ya tienes una estructura que le da sentido a la narración. Lo único que te queda es empezar a escribir.
Fuente Imagen: Erin Kohlenberg (vía Flickr)