Desarrolla la trama de tu historia

ESTRUCTURA DE LA ESCENA

Toda historia necesita un conflicto, y cada escena necesita transformarse. Acá podrás encontrar algunos elementos que te ayudarán a trabajar en tu punto crucial, un ingrediente importante en cada escena.

Conoce todo lo que deberías saber sobre la escenas

¿Qué es una escena?

Una escena es un segmento de la historia en la que tus personajes se enganchan en un conflicto y realizan acciones significativas que tú retratas memorablemente como si los eventos estuvieran sucediendo en tiempo real. Robert Mckee en su libro ‘Historias’ recomienda que en cada escena haya un evento y que cada escena debe tener un cambio.

¿Qué depara para tu personaje?

Cada escena es como una historia en miniatura: tiene comienzo, nudo, desenlace y final. Citando nuevamente a Mckee “una escena se unifica alrededor del deseo, la acción el conflicto y el cambio”

Una escena comienza con un problema o una meta basada en una apuesta de valor para tu personaje en el momento en el que se encuentra al iniciarla. ¿Qué hay en la apuesta? ¿Amor? ¿Verdad? ¿Seguridad? ¿Honor? ¿Justicia? ¿Búsqueda de significado? Las acciones generan significado en el cambio gracias a valores como los de libertad/ esclavitud o justicia/ injusticia.

¿Cuál es el objetivo de tu personaje?

En cada escena tu personaje está en busca de obtener un deseo inmediato, algo así como un deseo a corto plazo. Y este debe ser un sub deseo o una sub meta del deseo principal de la historia.

En una escena tu personaje entra en ella por culpa de un conflicto o una oposición que le hace tomar una decisión o una acción específica. Cada escena debe tener un tire y afloje. El proceso se construye por partes: unidades individuales de acción y reacción.

Si uno de tus personajes dice “Deja de hacer eso”, el personaje opuesto dirá “No quiero”. Punto por punto, esta danza de comportamientos se va realizando progresivamente, y el último punto debe terminar con un ‘Punto Crucial’.

Haz lo inesperado

En este proceso de crear acciones y reacciones entre tus personajes, sus conflictos terminarán por producir una ‘Gran Reacción’ que tu personaje principal fallará en anticipar. Un ejemplo sería: Tu personaje pregunta “¿Por qué no dejas de hacer eso? Me está doliendo” y el antagonista de la escena le responde “Porque a tu mejor amigo le gusta lo que estoy haciendo, y estoy enamorada de él” ¡BAM! De esta forma la escena crea un cambio pequeño pero significativo.

La polaridad debe cambiar

Una vez que has determinado el núcleo de la escena establece el cambio de ese valor al comienzo indicando si es positivo o negativo. Es decir, antes de ponerte a escribir tienes que saber si lo que vas a hacer va a ser negativo o positivo para tu personaje teniendo en cuenta que todo lo que hagas afectara su desarrollo.

Cada personaje empieza la escena con dos cosas. Una es la carga de su valor central, que puede ser negativa o positiva, y la otra es su objetivo inmediato. Luego sucede lo que ya hemos dicho: 1, encuentra oposición (quien también tiene un valor central propio), 2, se engancha en el conflicto (intercambio de comportamiento punto por punto) y finalmente experimentar lo inesperado. Esto inesperado es el punto crucial de la escena, el momento en el que el valor central de tu personaje cambia su polaridad.

Los efectos del ‘Punto Crucial’ deben incluir sorpresa, aumento de la curiosidad, revelación y nueva dirección. El ‘Punto Crucial’ ofrece nueva información y una meta para la próxima escena.

¿Cuál es el estado de tu personaje al terminar la escena? ¿Positivo, negativo o ambos?

Compara la carga de tu personaje al comienzo de la escena y al final. Si el valor no cambio la polaridad de tu personaje, entonces ¿por qué está esa escena en tu historia?

Si la condición del personaje sigue siendo la misma de un final de escena a otro, eso significa que no ha pasado nada importante, que las escenas que has escritos han sido insignificantes en cuanto a la acción. Por eso, si una escena no aporta significancia a tu historia, córtala. Si la escena está ahí solo como un relleno necesitarás justificarla. Es muy importante que recuerde que todas la escenas deben tener un giro.

Cómo darle un giro a tu historia

Crea tus escenas usando el siguiente proceso:

  1. Empieza con un valor a desarrollar en la vida de tu personaje. Basa la meta de tu escena en ese valor. Si quieres puedes empezar con la meta y desarrollar el valor en el camino.
  2. Determina la motivación o la meta del antagonista u opositor en tu escena. Tu fuerza antagónica no puede existir únicamente para ser un dolor de cabeza de tu personaje.
  3. En el curso de la escena reta y amenaza el estado de ese valor a través del conflicto entre tu personaje principal y su opositor. Los tire y afloje deben aumentar lógica y progresivamente y no ser un salto absurdo entre la laxitud y la alta tensión.
  4. Determina la tensión final que es el punto crucial. La reacción que emerja como fruto de la sorpresa aumenta la curiosidad y propone una nueva dirección en la narración.
  5. Evalúa si el proceso de tire y afloje y el punto crucial han cambiado la polaridad del valor de tu personaje. Si no lo logras sigue trabajando.
  6. ¿Cuál es el resultado de tu punto crucial? ¿La sorpresa, la curiosidad, una nueva dirección? Este es el punto con el que vas a iniciar tu siguiente escena.
 Fuente
mágen: Alan Cleaver (vía flickr)

 

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *