Desarrolla la trama de tu historia

MUNDO TRÁGICO VS HISTORIA TRISTE

Cómo escribir situaciones difíciles sin ser melodramático

1-Primera regla: No te enfoques en las cosas malas que ya pasaron

Entre menos te quedes en el pasado, mejor. Por lo general cuando nos referimos a eventos sucedidos en el pasado lo hacemos a través de monólogos en los que el personaje cuenta desde su punto de vista eso que pasó. Si lo haces más de una vez y con más de un personaje, lo único que lograrás será enturbiar tu historia. Recuerda que contar todos esos detalles a tu lector no deja que la historia avance porque nada nuevo está sucediendo. También deberías tener en cuenta que la mayoría de las personas no les gusta hablar de las cosas malas que les han sucedido, así que trata de que cualquier explicación sobre eventos pasados sea corta.

Esto no quiere decir que no des detalles sobre el pasado, solo trata de reducirlo al mínimo para que sean datos poderosos e importantes para el desarrollo de tu historia.

2- Segunda regla: Entre más personas tengan problemas similares, menos les van a importar a tus personajes

Si tu personaje pasa por un suceso o sufre una herida que es común en el mundo en el que vive, los otros personajes no lo verán como algo importante o escandaloso. Tanto al personaje que le sucedió como a los otros a su alrededor les importará tratarla y solucionarla, pero ninguno se preocupará mucho ni se alarmará por eso ya que así es como funciona su mundo. Piensa que nosotros mudamos de dientes y no es el fin del mundo.

3- Tercera regla: Si tienes que hablar del pasado en gran detalle es mejor que lo hagas en otra historia

Probablemente habrás notado que cuando un programa de T.V o una película necesitan hablar del pasado lo hace en flashbacks en vez de un monólogo. Eso es porque a las personas les gustan las historias. Usa eso como una ventaja. Transforma tus monólogos en historias.

Incluso si el flashback no es tan interesante, es mucho mejor que algo melodramático contado por un personaje. Recuerda que la clave de las historias es narrar y no contar. El lector tendrá el mismo nivel de información que obtendría al ser contado el suceso, pero de una manera mucho más profunda emocionalmente y que le permitiría decidir cómo sentirse al respecto.

Obviamente no deberías usar este recurso cada vez que quieras referirte a algo que sucedió en el pasado. Pero si lo usas en eventos que son específicos e importantes para tu historia lograrás que tengan más impacto.

Imagen: vishwaant avk (Vía Flickr)

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