Tienes una idea grandiosa que posee todo el potencial para volverse una historia atrapante, de esas que cambian vidas… ¿Pero qué puedes hacer para que esa idea se convierta en un libro?

En el artículo de hoy te damos algunas reglas que te ayudarán a crear y darle forma a una buena historia.

¿Qué necesita tu idea para convertirse en una buena historia?

1- Crea un esqueleto

Esqueleto, prototipo, escaleta… como quieras llamarlo. Planear tu trama antes de ponerte a escribirla te ayudará a escoger los problemas que vas a darle a tus personajes y cómo los vas a solucionar sin tener que pasar meses tratando de entender para dónde va tu historia. Además, esta planeación te dará una vista general de tu obra y te permitirá saber si estás tomando decisiones acertadas sin que tires tu tiempo de trabajo al traste.

Tal vez temas que esto limite tu creatividad, pero te aseguro que no será así.

2- Dale vida

La mejor forma de darle vida a una trama es por medio de tus personajes y tu creación de mundo. No hay nada como un personaje colorido para atrapar la atención de tus lectores.

Asegurarte de dedicarle un tiempo a la investigación de tu mundo y a la creación de tus personajes, pero al mismo tiempo recuerda mantenerte enfocado mientras escribes ya que no hay nada más terrible que una obra que se hace caótica en la medida en la que la desarrollas.

Recuerda, también, darle vida a tus escenas con un buen equilibrio entre el dialogo, las descripciones y la narración, con los cuales mostrarás a tu lector lo que sucede en ellas y cómo esto afecta de una forma u otra a tus personajes y su entorno.

3- Piensa en una resolución poderosa

Todo lo que construyas a lo largo de tu obra debe tener un sentido dentro de ella y debe ir encaminado hacia tu resolución, que no es otra cosa más que la manera en la que resuelves el problema principal que planteaste en tu texto.

No hay nada más decepcionante como lector que dedicar muchas horas de tu vida a un libro cuyo final no está a la altura del resto de la obra o que soluciona el problema principal tan rápido que no le toma más de un par de párrafos para hacerlo.

Así estés escribiendo una serie de libros, debes tomarte el tiempo para plantear un problema dentro de cada uno de ellos que resolverás ahí mismo.

4- Termina tu historia en un punto que sea natural

Luego del clímax, es decir ese último enfrentamiento de tu personaje principal con el problema que le planteaste, debes tomarte un tiempo para cerrar todos los hilos argumentales que abriste a lo largo de la obra. No puedes simplemente vencer al villano y dejar ahí porque simplemente darás a entender que te dio mucha pereza terminar tu historia como es debido.

5- Asegúrate de que tus personajes solucionen sus problemas ellos mismos

No dejes que la suerte, la naturaleza o una intervención divina sea quien se encargue de sacar a tus personajes de los aprietos en los que los metiste. Haz que sean ellos con su personalidad y sus capacidades quienes encuentren una solución y para eso tendrás que hacerlos fallar y aprender de sus errores.

Permíteles crecer y ganarse el final por sí mismos.

6- Persevera

Escribir una buena trama no es fácil y lo más seguro es que tu primer intento sea desastroso. Vas a necesitar tiempo y práctica para dominar esta parte de tu escritura, pero verás que finalmente lo terminarás logrando.

¿Qué puedes hacer si tu trama no te convence? Vuelve sobre ella, analízala y mejórala. No tengas miedo de pedir ayuda o escuchar la opinión de otras personas, todo eso te permitirá crecer como un buen narrador.

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