CÓMO ESCOGER Y CONSTRUIR UN TEMA PERFECTO PARA TU HISTORIA
Para quien escribe con el fin de entretener, hablar de temas a veces puede sonar como una forma de manipulación mental en la que se pretende implantar una idea en la cabeza del lector. Pero no es así.
Así suene redundante, hay muchos acercamientos al «tema».
Mientras las novelas literarias construyen sus bases en su «tema», muchos autores de género sufren por no saber aprovechar todo lo que un buen «tema» tiene para ofrecerles.
Aquí vamos a hablar un poco de qué se trata todo esto que parece un trabalenguas o una mala adivinanza.
¿Qué es el tema y cómo puede ayudar a tu obra?
1-¿Qué es un tema?
El tema es una herramienta poderosa en el arsenal de todo escritor. Es el estado que tú, el autor, logras con los conceptos de los que habla tu libro.
Todas las obras tienen un tema, así no estés muy consciente de eso.
El tema de un libro deriva a menudo del desarrollo emocional de los personajes y las consecuencias que deben enfrentar como resultado de sus acciones externas. Cuando haces un buen uso de un tema en tu novela creas una conexión emocional que atrae a los lectores a tus personajes, que engancha al lector al viaje que debe hacer tu protagonista a lo largo de la obra.
A diferencia de lo que podrías pensar, el tema no se usa para implantar una idea en la cabeza del lector. En vez de eso, es lo que el lector logra sacar al leer entre líneas, aprender lecciones y experimentar consecuencias de la mano de tu protagonista.
2-Identifica los temas de tu novela
Lo que los escritores entienden normalmente por «tema» está conformado por dos elementos: los temas en sí mismos y la interpretación que el autor hace de ellos.
«Tema» es definido, entonces, como la materia central que se discute en un trabajo literario. Es simplemente una idea que se desarrolla por medio de una obra.
Si bien una novela no se debe limitar a un solo tema, es mejor que se escojan solo unos pocos. Puedes hacerlo de dos formas: saberlos de antemano, antes de empezar a escribir o identificarlos luego de leer tu borrador y desarrollarlos poco a poco en el proceso de edición.
Recuerda: Mientras una novela puede tener diferentes temas, siempre habrá uno que sobresale a los demás.
3-Identifica cuál es tu interpretación de ese tema
Después de definir cuáles son las ideas principales que tu novela va a tratar, es tiempo de pensar acerca del otro lado de la moneda: lo que tú interpretas de esos temas.
Normalmente esta interpretación es lo que después vendía a ser el mensaje de la obra.
4-¿Cómo puedes construir un tema en tu obra?
En la mayoría de los casos, los temas de una obra, es decir sus ideas principales, empiezan a formarse a través las debilidades de tus personajes o en los obstáculos que deben enfrentar. Esto es porque la interpretación de un tema se desarrolla naturalmente como resultado del arco interno de un personaje.
La forma en la que tu personaje cambia como resultado de los eventos de la historia es lo que permitirá a los lectores escoger y entender el tema de tu obra.
Toma al personaje principal de la obra que estés trabajando en este momento y hazte las siguientes preguntas:
-¿Quién era al comienzo de la historia?
-¿Cuáles son sus debilidades, qué es lo que los aleja de la felicidad?
-¿Cómo los eventos de la historia han formado a mi personaje para mejor o peor?
-¿Logran superar las debilidades u obstáculos que se le presentan? ¿Cómo?
-¿Quién es mi personaje al final de mi historia?
Una vez las hayas respondido, haz un resumen de los que tienes escrito y trata de identificar los temas que empiezan a surgir naturalmente.
Pregúntate qué quieres decir con ellos y obtendrás tu interpretación del tema.
Lo que te queda por hacer es seguir desarrollándolo por medio de tu personaje.
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Esperamos que este texto te sirva para que puedas planear y crear el tema de tu obra. Si te sirvió la información, alegra nuestro día con un ‘like’. No olvides seguirnos en redes sociales para tener más consejos de escritura y ayudas para escritores. Estamos como escritoresmnemosine.
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